Balance Vital

Balance Vital

La plenitud de un individuo se alcanza cuando se ha podido equilibrar aquello que llamamos nuestro “balance vital”.

La vida humana se construye a partir de un conjunto de estímulos que generan nuestro bienestar en planos superpuestos. Tenemos aspiraciones que involucran distintos terrenos: laboral, profesional, intelectual, afectivo, familiar, social y económicos, sin dejar de lado nuestro bienestar físico y armonía espiritual.

Ninguno de estos planos puede ser abandonado, pues inevitablemente eso nos conducirá a la insatisfacción creciente y, a la larga, a una verdadera crisis existencial.

Es inevitable que en determinados momentos de nuestra vida se generen desbalances, puesto que las tensiones entre estos campos son frecuentes (una de las más comunes, por ejemplo es el equilibrio familia-trabajo o la contradicción entre el desarrollo intelectual y el cuidado físico, por ejemplo).

Cuando un objetivo específico nos moviliza especialmente (obtener un ascenso, graduarnos, consolidar una relación afectiva reciente) es natural que asumamos en forma consciente un desequilibrio.

No es posible evitarlo y tenemos que asumirlo como un costo necesario del logro a que aspiramos, pero con la misma convicción debemos asumir que ésta no puede convertirse más que en una situación transitoria que debemos comprometernos a revertir antes que las postergaciones se conviertan en hábito.

Por: Dr. Fernando Grosso

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