Escribir en el contexto universitario
Una de las prácticas que el estudiante debe efectuar tras haber leído materiales bibliográficos consiste en escribir textos que den cuenta de esas lecturas (por ejemplo, en las evaluaciones escritas).
Independientemente de esas instancias, como vimos a propósito de la lectura en el contexto universitario, escribir sobre lo leído favorece la comprensión de las temáticas que se están aprendiendo.
La lectura y la escritura académica son prácticas solidarias que se entraman en la construcción de conocimientos en la formación académica.
El reconocimiento del tipo de texto
Existe una extensa clasificación de géneros discursivos. Cada género determina la forma en que se organiza la información en el texto. Los más utilizados en los estudios superiores son los textos expositivo-explicativos y argumentativos.
Esta distinción resulta orientadora a la hora de empezar a escribir, ya que conocer la estructura organizativa y las características de cada tipo determina los pasos a tener en cuenta para armar el escrito.
Una aclaración antes de pasar a la caracterización de estos modos de discursos es que es apropiado hablar de textos predominantemente expositivo-explicativo o predominantemente argumentativos, ya que las tramas siempre se encuentran entrelazadas. Así, también es común identificar tramas narrativas o descriptivas subordinadas a la expositiva o argumentativas que estructuran el texto.
Los textos predominantemente expositivo-explicativos
En estos textos, como el nombre ya lo anticipa, se exponen explicaciones, pretendiendo transmitir una información o dar cuenta de un saber. Ahora bien, ¿qué es una explicación? Se llama explicación a una secuencia que responde a un interrogante que puede estar explícito o implícito en el texto. En este tipo de textos los interrogantes más frecuentes son los que indagan el qué, el cómo y el porqué. Para atender a dichos interrogantes con eficacia el enunciador debe presentar de manera jerarquizada y organizada la información sobre el problema estudiado. Es clara aquí la intencionalidad del enunciador de hacer comprender.
Los artículos de divulgación científica son ejemplos de textos expositivo-explicativos.
Los textos predominantemente argumentativos
Como refiere Cros (2003), este tipo de textos tiene dos funciones centrales: la captación del lector y la probatoria.
El que argumenta expone sus conocimientos con la intención de que el destinatario adhiera a sus ideas. Por esa razón, se usan argumentos para apoyar unas opiniones y refutar otras. La diferencia entre una argumentación y una simple opinión es que la argumentación desarrolla un razonamiento para sostener esa opinión y apela a la aceptación del destinatario. Es muy frecuente que ese despliegue de saber tome la forma de un razonamiento, tratando de producir un efecto de objetividad.
Algunos ejemplos de textos que argumentan son las tesis, las monografías y las ponencias.
Operaciones discursivas propias de los textos académicos
Tal como señala Montolio (2000), desde el punto de vista retórico, tanto los textos predominantemente expositivo-explicativos como los argumentativos recurren a determinadas operaciones discursivas para cumplir sus propósitos:
▪ La definición
▪ La caracterización
▪ La comparación
▪ La clasificación
▪ La ejemplificación
▪ La reformulación.
La definición
Definir es una operación discursiva mediante la cual un enunciador establece y comunica el significado de algún elemento del texto.
La caracterización
Esta operación discursiva consiste en presentar los rasgos o las características en detalle de un elemento que, en gran parte de los textos predominantemente expositivo-explicativo ha sido definido previamente, permitiendo expandir la información dada. En el caso de los textos predominantemente argumentativos la caracterización se utiliza para construir argumentos, dado que en ese tipo textual se presentan determinados rasgos de los elementos en cuestión como una prueba de validez de lo que se pretende defender.
La comparación
Comparar es establecer una relación en términos de semejanzas y diferencias entre elementos de un texto (conceptos, objetos, hechos, individuos o relaciones). En los textos predominantemente expositivo-explicativos es frecuente usar comparaciones para hacer más comprensibles los conocimientos que se desean transmitir. Una operación recurrente en los textos predominante argumentativos es la de establecer una relación de semejanza entre el elemento que se está presentando y un elemento ya conocido por el enunciatario. En ese caso la comparación está al servicio de su función apelativa.
La clasificación
Se trata de una operación discursiva que consiste en ordenar elementos por clases, de acuerdo con uno o varios criterios. Nótese su afinidad con algunos de los gráficos presentados en el ítem que trata modos posibles de graficar la información. En varios textos predominantemente expositivo-explicativos se incluyen gráficos para dar mejor visibilidad a la clasificación realizada.
La ejemplificación
Ejemplificar permite ilustrar un elemento abstracto o general a partir de la presentación de uno o más casos particulares. Es importante tener en cuenta que el ejemplo utilizado debe subordinarse al elemento que se pretende ilustrar (y no a la inversa). En los textos predominantemente expositivos-explicativos los ejemplos suelen incluirse inmediatamente después del elemento que se está explicando para facilitar la comprensión del lector.
Generalmente se introducen los ejemplos con los siguiente conectores textuales: “por ejemplo…”, “a saber…”, “es el caso de…”, “como el caso de…”, “así…”. Los ejemplos también pueden presentarse entre paréntesis o luego de los dos puntos.
La reformulación
Es una operación discursiva por la que se retoma lo ya presentado desde otro punto de vista o con algún tipo de desarrollo agregado. Los elementos recuperados pueden ser de un mismo texto o de otro, del mismo autor o de otro.
Cuando el estudiante realiza una síntesis o cuando elabora respuestas de evaluaciones, está reformulando textos completos o parte de ellos. Vuelve a un enunciado estudiado previamente para expresar, con otras palabras, lo que se formuló anteriormente.
En general la reformulación se introduce en el texto a partir de las siguientes formas discursivas: “es decir…”, “esto es…”, “esto significa que…”, “para decirlo de otro modo…”, “dicho de otra manera…”, “en otras palabras…”.
La reformulación también puede emplearse para señalar la importancia del elemento a reformularse.
En estos casos son introducidos en el texto a continuación de las siguientes formas discursivas: “a saber…”, “mejor dicho…”, “más bien…”, “mejor aún…”.
Propiedades del texto
Según Cassany, Luna y Sanz (2003) un texto debe cumplir ciertos requisitos para poder transmitir un mensaje en un proceso de comunicación. Esto implica que las ideas deben estar estructuradas y relacionadas a través de vínculos gramaticales que permitan la expresión de un significado completo.
En esta oportunidad nos detendremos en dos propiedades del texto que desarrollan estos autores:
Coherencia
Hace referencia a la manera en la que está organizado un texto considerando que cada parte debe relacionarse con la que le sigue de manera lógica. Es la propiedad que hace que el contenido del texto gire en alrededor de un tema.
Cohesión
referencia a las articulaciones gramaticales del texto. Es decir, un texto está cohesionado cuando hay mecanismos lingüísticos que revelan la relación coherente entre sus partes.
Es decir, las oraciones que conforman un discurso no son unidades aisladas e inconexas, sino que están relacionadas de manera tal que conforman entre sí una imbricada red de conexiones lingüísticas que hacen posible la comprensión del texto.
La cohesión permite que el desarrollo lingüístico de un texto no presente repeticiones innecesarias y no resulte confuso para el lector.
Algunas de las principales formas de cohesión o sistemas de conexión de oraciones son las siguientes:
La referencia: Consiste en la repetición de un mismo elemento en oraciones sucesivas.Ejemplo: Los clientes solicitaron un descuento. Ellos fueron muy claros al pedir una rebaja. “Ellos” hace referencia a “los clientes” (Pronominalización)
“Rebaja” hace referencia a “descuento” (sustitución léxica).
La sustitución léxica por sinónimos y el uso de pronombres son algunos de los recursos que permiten evitar las repeticiones innecesarias. La conexión (enlaces, conectores o marcadores textuales): Las diversas oraciones de un texto mantienen distintos tipos de relación que se expresan mediante varios tipos de enlace.
Así, cuando realizamos una lectura comprensiva de un texto, los marcadores textuales o conectores permiten descubrir las relaciones entre las oraciones que componen el texto.
Conectores adversativos: pero, aunque, mas, sino, sin embargo, no obstante.
Conectores concluyentes: en resumen, en conclusión, por fin, al fin, en suma, por último, en consecuencia.
La cita y la referencia bibliográfica
La cita bibliográfica consiste en introducir la palabra de expertos en el tema o fuentes de información en el texto que estamos elaborando. Ya sea una cita textual o parafraseo, la referencia a otras obras nos permite apoyar nuestras afirmaciones, aportando confiabilidad, y establecer un diálogo con enfoques y desarrollos previos de la disciplina en cuestión.
Ejemplos
Cita textual: Según Chiavenato (2009) «La organización que más se asemeja a una empresa del conocimiento es una orquesta sinfónica. Varios instrumentos diferentes tocan en conjunto partituras distintas como un equipo integrado y cohesionado.» (p. 165)
Parafraseo: Chiavenato (2009) plantea la metáfora de la orquesta sinfónica para referirse a la empresa del conocimiento como organización integrada y relacionada.
En la sección “Referencias bibliográficas”, ubicada al final del libro o del artículo, se listan todas aquellas obras que han sido citadas a lo largo del trabajo. Esto permite identificar fácilmente la bibliografía, las obras, las fuentes, y autores/as utilizados en el texto.
Planificación de la escritura académica
Durante la redacción de un texto, quien escribe transforma y elabora su conocimiento y a la vez lo adecua a una situación comunicativa en particular. Dada la complejidad de este proceso, la escritura académica demanda diferentes etapas de trabajo.
Etapas sugeridas para el desarrollo de la escritura
Planificación de la estructura y propósitos del texto
▪ Leer detenidamente la totalidad de las consignas y/o pautas de trabajo y luego cada punto en particular.
▪ Prestar especial atención a las operaciones cognitivas que se solicitan (identificar, comparar, resolver, definir, etc.)
▪ Estimar el tiempo necesario para la resolución o los plazos de entrega del escrito
▪ Delinear la estructura general del texto (introducción, desarrollo, cierre).
▪ Esbozar los contenidos a abordar y el orden de su desarrollo.Puesta en texto o escrituración
Seleccionar la información y exponerla según su jerarquía
▪ Atender a las articulaciones ente los conceptos o ideas centrales
▪ Utilizar vocabulario técnico específico (no utilizar lenguaje coloquial)
▪ Si bien la estructura del trabajo esbozada inicialmente puede redefinirse, es fundamental prestar especial atención a la organización y estructuración del texto.
▪.Atender a la coherencia y la cohesión.Revisión y ajuste, para adecuar a los propósitos del trabajo y a los requisitos de presentación
▪ Revisar que el desarrollo del trabajo se ajuste a los propósitos planteados.
▪ Examinar que los apartados del texto (introducción, desarrollo, cierre) guarden relación.
▪ Atender a la claridad en la expresión de las ideas.
▪ Revisar la puntuación y ortografía.
▪ Cuidar la prolijidad y la adecuación a los requisitos de presentación (extensión, fuentes, márgenes, etc.).
Monografía
El trabajo monográfico tiene como propósito el tratamiento en profundidad de un tema determinado. Se trata de un texto predominantemente argumentativo5 en el cual se exponen los conocimientos a través de razonamiento que sostienen esa opinión y se apela a la aceptación del destinatario. De este modo, en la monografía el enunciador no solo presenta sus argumentos a partir de una interpretación de la bibliografía y los datos que ha compilado, sino que también toma posición entre las posturas o enfoques relevados respecto de un tema. De este modo, a través de la elaboración de una monografía el estudiante universitario entrena su capacidad para investigar un tema específico relacionado con la asignatura que cursa (Alonso Silva, 2010, en Moris y Pérez, 2014).
Tal como se trabajó en el apartado anterior, la escritura de una monografía demanda una serie de etapas de trabajo, vinculadas tanto a la escritura como al trabajo analítico con la bibliografía y las fuentes de información.
Se describen a continuación las partes o secciones en que suelen organizarse los trabajos monográficos
Secciones de la monografía
▪ Título: debe describir de qué se trata el documento.
▪ Tabla de contenido (índice).
▪Índice de cuadros, gráficos y figuras
▪ Introducción: Se resume y anticipa el propósito del trabajo, se plantea la elección del tema, las preguntas que se pretenden abordar, y/o los temas centrales que se van a desarrollar.
▪ Desarrollo del tema: Se sugiere estructurar en apartados y subapartados, atendiendo a la coherencia entre las partes.
▪ Conclusión: se recuperan las principales ideas que se han analizado y se incluyen reflexiones y análisis de los datos que se han aportado a lo largo del trabajo.
▪ Bibliografía: se indican las referencias bibliográficas de las obras y fuentes citadas en el trabajo.